Continuando con el tema de las preguntas del paper anterior, en el
cual trabajamos algunas ideas sobre las preguntas abiertas y las
preguntas cerradas, en esta oportunidad nos ocuparemos de las
preguntas circulares. (ver El arte de preguntar, primera parte, en
este mismo blog)
En el tratamiento de un conflicto formularemos nuestras preguntas con
un objetivo determinado.
A partir de la escucha activa y de las preguntas abiertas y cerradas,
obtendremos la información para comprender el conflicto y entender a
las partes o la otra parte si es que estamos trabajando sobre un
conflicto propio.
Ahora bien, una vez que hemos avanzado sobre esos aspectos,
necesitaremos continuar con las preguntas pero con otra finalidad.
Si se detienen a analizar, cada vez que estamos en un conflicto o las
personas tienen un conflicto, contamos o cuentan la historia de
manera unilateral, es decir nos dan “su” versión del conflicto y
generalmente buscan hechos del pasado para atribuir culpas. Buscan
los por qué se han llegado a esa situación y por quién se está en
esa situación.
Recordemos que un conflicto, no nace espontáneamente sino que es
parte de un proceso desde su fase latente, su nacimiento, su
desarrollo y su extinción. Sin embargo, solemos focalizar en un solo
aspecto del conflicto, no en el proceso del mismo sino en el “momento
conflictivo” que estamos viviendo.
Por eso, en muchas ocasiones resulta útil trabajar sobre los
desplazamientos (Caram), sobre alentar a las personas a que vean el
conflicto de otro modo, con otras perspectivas y para ello
utilizaremos las preguntas circulares.
Estos desplazamientos que intentaremos, llevarán al destinatario de
la pregunta circular a que piense su respuesta considerando: a) otras
personas, b) la relación que mantiene con quien considera su
adversario y c) a través del tiempo.
Las
preguntas circulares se
caracterizan por construirse de manera similar a las preguntas
abiertas, es decir a partir de un pronombre interrogativo (qué,
quién, cuál, dónde, para qué, cómo, etc), generan una relación
entre dos elementos y además provocan un movimiento intelectual en
quien recibe la pregunta para responderla. Esos movimientos, o
desplazamientos que intenteremos lograr será para:
a)
Desplazar hacia los
otros: Cuando
estemos en un conflicto, como facilitadores de la comunicación,
ayudando a gestionar un conflicto o trabajando como mediadores, estas
preguntas circulares, permitirán una mejor comprensión de la mirada
de la otra parte. Es decir que quien recibe la pregunta, para
responderla deberá adoptar la mirada del otro. Un ejemplo de esta
pregunta sería ¿cómo cree que se siente la otra parte con lo que
pasó? Verán que para responderla, deben hacer un movimiento
intelectual, ubicándose desde la perspectiva del otro.
b)
Desplazar hacia los
terceros: en este
caso lo que intentaremos es generar el movimiento en la otra parte
pero para que piense y vea el conflicto desde los terceros a esa
relación, como pueden ser los hijos, los hermanos, los compañeros
de trabajo, etc. Sin dudas que cuando alguien tiene en cuenta la
mirada de esos terceros, pueden agregar información para tomar las
mejores decisiones.
Un ejemplo en este sentido sería ¿cómo imaginás que tomarán tus
padres esa decisión?, ¿qué pensás que hará tu jefe si se entera
de esto?
c) Para desplazar hacia la relación: Cuando las partes
involucradas en el conflicto o nuestra contraparte mantiene con
nosotros una relación social permanente o continua, (ver “Una
aproximación al abordaje de conflictos” publicado el 26 de junio
de 2013 en este mismo blog) que va más alla de la relación de
conflicto momentánea, resulta de utilidad generar un movimiento para
salir de ese nudo que ha provocado el conflicto. Por ello la pregunta
circular apuntará a pensar todas las demás relaciones de
cooperación que han mantenido y las que mantendrán dejando de lado
por un momento esa relación de conflicto. Un ejemplo de este tipo de
pregunta circular sería ¿cómo pensás que seguirán trabajando
juntos de ahora en más si tomás esa decisión? ¿cómo imaginás
que seguirá nuestra relación si hacemos eso?
d) Desplazar en el tiempo: Las preguntas circulares en
el tiempo van a generar que las personas que la reciban, al momento
de contestar, tenga que moverse intelectualmente hacia otro momento
de la historia, de la relación. Puede ser que el movimiento sea
hacia el pasado, para evocar mejores momentos, o hacia el futuro para
poder verse fuera del conflicto que están transitando. Hay que ser
prudentes en la utilización de estas preguntas circulares, cuando se
va hacia el pasado, pues podemos llegar a reforzar el conflicto sin
querer. Generalmente las personas nos quejamos del pasado o
justificamos alguna actitud que hemos tenido en otro momento y que
han desembocado en el conflicto.
Por eso se recomienda ser prudentes cuando vamos hacia el pasado y si
advertimos que hemos tocado algún “nervio” salir inmediatamente
de allí para no agravar la situación actual.
Ese riesgo no lo tendremos si apuntamos la mirada al futuro, pues al
ser éste incierto es difícil que se piense mal, por lo que la
persona que recibe esa pregunta, tendrá que imaginar un escenario
donde el protagonista será él mismo a partir de las decisiones que
tome.
Un ejemplo de estas preguntas podrían ser: ¿cómo era la relación
que mantenían antes de trabajar en la misma oficina? ¿Si no acceden
a lo que estás pidiendo de aumento de sueldo, como pensás que
seguirán trabajando?
Hasta aquí llegamos con las preguntas circulares, espero haber sido
claro y que les resulte de utilidad, en la siguiente entrega
continuaremos con más preguntas.
Hasta la próxima!
Bibliografía:
- Caram, María Elena, Eilbaum, Diana Teresa, Risolía Matilde, Mediación Diseño de una práctica, Editorial Histórica, 2006.
- Francisco Diez, Gachi Tapia, Herramientas para trabajar en mediación, Editorial Paidós, año 1999.
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