miércoles, 24 de abril de 2013

Donde quedaron los colores? Segunda parte.



Mientras esperaba el comienzo de la clase de Oratoria y PNL, recordaba que tenía pendiente la segunda parte de este paper sobre pensamientos de suma cero y de suma variable.
La verdad es que muchas ideas rondaban mi cabeza y diversos bosquejos inundaban mi escritorio.
La paleta de colores que nos brinda la diversidad de variables frente a un conflicto, pareciera confrontar en mi cabeza con la alternancia casi exclusiva del blanco y negro del pensamiento a todo o nada.
Cruzó por mi cabeza la idea del progreso entre el cine mudo y en blanco y negro y las nuevas películas no solo a colores sino en 3D.
La ficción nos permite cambiar nuestra percepción de su historia y la realidad misma nos limita a poder mirarnos y mirar al conflicto sólo en blanco y negro.
Y más aún cuando uno de los actores en el conflicto sólo tiene capacidad para pensar en términos de “todo o nada”, en “ganar o perder” y se enfrenta con otro actor, que le ofrece otras variantes. Cuál es su reacción? Cómo trabajar con él para que podamos tener resultados satisfactorios?
Comenzaba la clase y el profe nos decía que para él, el proceso comunicacional constaba de 3 pasos, siendo el primero de ellos la incorporación de la información, luego el procesamiento de la misma y luego la emisión de la información y aquí empezaba a repensar algunas cosas que les dejo a vuestra consideración:
Una de las preguntas que generalmente nos hacen es la siguiente: ¿qué sucede cuando en un conflicto coinciden dos partes, uno con pensamiento de suma cero y el otro pensamiento de suma variable?
¿ Cómo intervenir si nos encontramos en esa situación? Pareciera que las cosas son sencillas si ambos tenemos el mismo estilo de pensamiento que nos llevará a un mismo estilo de negociación.
La respuesta no parece demasiado complicada sino todo lo contrario.
Como aspecto positivo en esa situación debemos resaltar las siguientes:
  1. Si conocemos ambos estilos de pensamiento, podemos tomar mejores decisiones según nos convenga. En algunos casos convendrá negociar en un regateo ganar -perder (Negociación distributiva) y en otros intentaremos ganar y que la otra parte también gane (Negociación Colaborativa)
  2. En el caso que la otra parte domine ambos pensamientos con sus consecuentes estrategias, la negociación se encaminará sola de acuerdo a los propios intereses.
  3. La tercer situación tiene que ver con los dos pensamientos diferentes en el mismo caso y que la otra parte sea quien sólo piense en suma 0, es decir que sea el otro quien plantee las cuestiones en términos de ganar perder.
Allí nos encontraremos con un tema vinculado a la seguridad y a los miedos de la otra parte en cuanto a que le estamos cambiando las reglas del juego, por ello tal vez nos cueste un poco más sintonizar con su estilo en la toma de decisiones.
En este caso, podremos apuntar a:
a) obtener la información.
b) delinear nuestra estrategia.
c) evaluar el impacto emocional de nuestro planteo y trabajar sobre ellos.
d) trabajar sobre el statuo quo, con las herramientas que veremos oportunamente.

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