Sin dudas que podremos
encontrar infinidad de definiciones de conflicto y distintas teorías
elaboradas en relación al mismo. Algunas vinculadas a aspectos
sociales, otras individuales, otras económicas, otras psicológicas.
También podemos llegar
a pensar que sabemos qué es un conflicto pero sin detenernos demasiado en él.
A partir de allí uno
enfrentará el conflicto, sin profundizar demasiado en aspectos que
son sumamente relevantes para el tratamiento de ellos.
Cada uno podrá tomar
la definición que crea conveniente, que le agrade o aquella con la
cual comparta la mayor cantidad de coincidencias.
Por ello y a fin de
darles la libertad a uds. no tomaré ninguna de ellas en particular,
sino que simplemente remarcaré algunas características que creo
poseen los conflictos sobre todo para tener en cuenta su abordaje y
en el cual trabajaremos en este espacio.
Es un proceso: un
conflicto no es algo instantáneo que tiene lugar en un momento y
lugar determinado, sino que es un proceso que tiene su origen,
desarrollo y su extinción (en otro momento hablaremos de ello)
Es dinámico: como
proceso que es, difícilmente podrá mantener sus características
iniciales a lo largo del tiempo. Sin dudas que algunos cambios tendrá
y por ende habrá que estar atento a ello a la hora de enfrentarlos.
Es inevitable: los
conflictos son parte de nuestra vida. Si al menos coincidimos que un
conflicto encierra una discrepancia, veremos que todos los dias
tenemos algunos.
Son interpersonales:
si bien no desconocemos los conflictos intrapersonales, sólo
trabajaremos con conflictos interpersonales en los cuales intervienen
al menos dos personas.
Pueden tener distintas
causas: dependiendo el autor que uno pueda seguir, hay múltiples
causas de los conflictos (bienes, valores, la relación, de
objetivos, etc). Ver por ej Moore, Deutsch, Thomas.
Pueden tener distintos
desenlaces: hay conflictos que pueden resolverse y conflictos
que no. Algunos cuyos abordajes se tornan difíciles y otros que
algunos autores llaman conflictos intratables. Hay conflictos en los
cuales debemos trabajar en su maduración para poder pensar en cómo
lo resolveremos.
No necesariamente
encierran violencia: la violencia no es una característica
necesaria de los conflictos. Puede haber conflictos sin violencia
pero difícilmente pensar en la violencia sin un conflicto previo.
Por ej. Moore, considera
a la violencia como una de los métodos de abordaje del conflicto.
(ver Moore El proceso de Mediación, Gránica, p. 37, 2008)
Sin dudas que el
análisis del conflicto es inagotable, pero reconocerlo como una
cuestión compleja, hace que tomemos conciencia que debemos
prepararnos a la hora de enfrentarlo.
No es sólo una cuestión
personal, ni siquiera nos ayuda el pensar que es una cuestión
personal (el otro y yo), hay variables a considerar como el tiempo,
los terceros, las alternativas, etc. que debemos considerar a la hora
de tomar decisiones. Por eso debemos tener una muy buena
planificación ya que como cuestión compleja si no tomamos los
recaudos necesarios, sin dudas no tendremos los resultados esperados.
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