viernes, 16 de noviembre de 2012

A propósito de conflictos. Primera parte


 Sin dudas que podremos encontrar infinidad de definiciones de conflicto y distintas teorías elaboradas en relación al mismo. Algunas vinculadas a aspectos sociales, otras individuales, otras económicas, otras psicológicas.
También podemos llegar a pensar que sabemos qué es un conflicto pero sin detenernos demasiado en él.
A partir de allí uno enfrentará el conflicto, sin profundizar demasiado en aspectos que son sumamente relevantes para el tratamiento de ellos.
Cada uno podrá tomar la definición que crea conveniente, que le agrade o aquella con la cual comparta la mayor cantidad de coincidencias.
Por ello y a fin de darles la libertad a uds. no tomaré ninguna de ellas en particular, sino que simplemente remarcaré algunas características que creo poseen los conflictos sobre todo para tener en cuenta su abordaje y en el cual trabajaremos en este espacio.

Es un proceso: un conflicto no es algo instantáneo que tiene lugar en un momento y lugar determinado, sino que es un proceso que tiene su origen, desarrollo y su extinción (en otro momento hablaremos de ello)
Es dinámico: como proceso que es, difícilmente podrá mantener sus características iniciales a lo largo del tiempo. Sin dudas que algunos cambios tendrá y por ende habrá que estar atento a ello a la hora de enfrentarlos.
Es inevitable: los conflictos son parte de nuestra vida. Si al menos coincidimos que un conflicto encierra una discrepancia, veremos que todos los dias tenemos algunos.
Son interpersonales: si bien no desconocemos los conflictos intrapersonales, sólo trabajaremos con conflictos interpersonales en los cuales intervienen al menos dos personas.
Pueden tener distintas causas: dependiendo el autor que uno pueda seguir, hay múltiples causas de los conflictos (bienes, valores, la relación, de objetivos, etc). Ver por ej Moore, Deutsch, Thomas.
Pueden tener distintos desenlaces: hay conflictos que pueden resolverse y conflictos que no. Algunos cuyos abordajes se tornan difíciles y otros que algunos autores llaman conflictos intratables. Hay conflictos en los cuales debemos trabajar en su maduración para poder pensar en cómo lo resolveremos.
No necesariamente encierran violencia: la violencia no es una característica necesaria de los conflictos. Puede haber conflictos sin violencia pero difícilmente pensar en la violencia sin un conflicto previo.
Por ej. Moore, considera a la violencia como una de los métodos de abordaje del conflicto. (ver Moore El proceso de Mediación, Gránica, p. 37, 2008)

Sin dudas que el análisis del conflicto es inagotable, pero reconocerlo como una cuestión compleja, hace que tomemos conciencia que debemos prepararnos a la hora de enfrentarlo.
No es sólo una cuestión personal, ni siquiera nos ayuda el pensar que es una cuestión personal (el otro y yo), hay variables a considerar como el tiempo, los terceros, las alternativas, etc. que debemos considerar a la hora de tomar decisiones. Por eso debemos tener una muy buena planificación ya que como cuestión compleja si no tomamos los recaudos necesarios, sin dudas no tendremos los resultados esperados.

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